A ti, mujer.
Por los momentos en los decidimos silenciar y por aquellos en los que gritamos nuestro amor. Porque amamos… nuestro tiempo, nuestra energía, la vida, a los nuestros.
Por saltar nuestros miedos y preferir pedir perdón a permiso. Y es que acostumbramos a soñar en grande y no estamos dispuestas a defraudarnos.
Por dar de más y esperar menos.
Por rediseñar la ecuación de la propia vida, día tras día, hasta lograr que lo que un día restó se convierta hoy en el impulso capaz de cambiarlo todo.
Por estar dispuestas a perder y preparadas para ganar.
Por intentarlo y también por saber parar cuando toca reunir fuerzas.
Por las dicen «sí” y por aquellas que responden “no” con la misma intensidad.
Por llegar a la final habiendo montado nuestro propio equipo y dado lo mejor de nosotras, conscientes de que hay instantes que no se repetirán.
Por no olvidar que el éxito se compone siempre de pequeños fracasos y los fracasos no son más que la suma de experiencia y aprendizaje.
Por ti.
Por mí.
Y por esa persona, especial por diferentes motivos, que etiquetes en comentarios.
© ® Escrito por y narrado en @noeleenfonseca.